sábado, 11 de julio de 2009

LAS DOS ESFERAS

A ver si me explico.

Hemos asistido a una serie continua de manifestaciones multitudinarias convocadas por la jerarquía eclesiástica católica española para protestar por la que considera grave injerencia del estado en cuestiones individuales, en cuestiones morales (qué está bien y qué mal). También protestan por algunas leyes aprobadas por mayoría en el parlamento: matrimonio homosexual, educación para la ciudadanía, interrupción voluntaria del embarazo, ...etc.
Es sabido que, en democracia, cualquier ciudadano/a puede manifestar su descontento pero, y aquí quería yo entrar, cuando la jerarquía eclesiástica católica realiza declaraciones fuera de la iglesia, ¿no estará invadiendo un terreno que no le pertenece? Cuando los monseñores hablan y se manifiestan en las calles, lo pueden y deben hacer en calidad de ciudadanos civiles, no como autoridades religiosas. En este sentido, la jerarquía eclesiástica debe aportar criterios racionales, científicos, para justificar su posición, debe aceptar la crítica , deben aceptar otros puntos de vista, deben aceptar que en esos momentos no hablan en nombre de Dios, ni pueden apelar a cuestiones de fe. Su opinión, en esos momentos, tiene el mismo valor que la tuya, o la mía. Y esto, creo yo, es lo que no acepta la jerarquía eclesiástica católica. En la calle, es decir, en el ámbito civil, nadie puede hablar “excátedra”, esto es, como si tuvieran la verdad absoluta e incontestable.
Veamos algunos ejemplos.
Ejemplo 1; Cuando el Papa, Benedicto XVI, asegura en África que el preservativo no protege contra el sida, está opinando sobre un asunto sanitario, no sobre un asunto de fe. En este caso deberá demostrar científicamente su aseveración. No debe apelar a su verdad religiosa.
Ejemplo 2. Cuando un miembro de la jerarquía eclesiástica católica española afirma, para apoyar al Papa, que los virus del sida traspasan el látex de los preservativos, también deberá demostrarlo con métodos científicos, nunca con argumentos de su teología.
Ejemplo 3. Un obispo puede negarse a casar a dos homosexuales por el rito religioso, pero no tiene autoridad para prohibirlo en el ámbito civil. Esto se hace derogando la ley en el parlamento por votación. Hasta ahora todos los matrimonios homosexuales se han realizado en ceremonias civiles y nadie está exigiendo que tenga validez en el ámbito religioso y católico.
Ejemplo 4. Cuando una profesora de la universidad católica de Murcia asegura, en una conferencia para estudiantes de la universidad de Alicante, que los/ as homosexuales son enfermos debería haber presentado pruebas científicas que probaran su posición: análisis clínicos, estudios psicológicos, trastornos orgánicos,.. . No hizo nada de eso, se limitó a explicar que para mucha gente “lo natural” es que las relaciones sexuales sean entre un señor y una señora.
Ejemplo 5. Cardenales y arzobispos pueden decidir sobre los contenidos de la doctrina que debe enseñarse a los niños y niñas que quieran recibir la primera comunión por el rito católico, pero no lo podrán hacer sobre los contenidos de la educación para la ciudadanía ni de cualquier otra asignatura escolar.
Ejemplo 6. Una persona católica debe considerar que es pecado no guardar ayuno y abstinencia el día de Viernes Santo, pero no podrá imponer esa consideración a una persona atea o de otra religión.
Ejemplo 7. Una persona católica puede considerar que la suya es la única religión verdadera y que las demás son falsas. De la misma forma, una persona musulmana puede considerar que el Islam es la única religión verdadera y que las demás son falsas. Cuando ambas se encuentren en la calle deberán respetar mutuamente sus creencias.
En resumen, el ámbito civil y el ámbito religioso son dos esferas diferentes y conviene no confundirlas.
Pedro L. Díez

No hay comentarios:

Publicar un comentario